El grafito natural es una forma alotrópica del carbón. Es un mineral suave, de color gris a negro, brillo metaloide, estable y químicamente inerte a temperatura normal, inodoro, no tóxico, resistente al calor y excelente conductor de calor y electricidad, además de resistente al contacto con la mayoría de los metales derretidos. Sus aplicaciones son principalmente en la industria del hierro y el acero. También es utilizado en la elaboración de productos refractarios, químicos, de revestimiento y, por sus cualidades de auto lubricación y conducción de electricidad, es usado en la fabricación de conductores en motores eléctricos y en la fabricación de baterías secas.
El grafeno se obtiene a partir de una sustancia abundante en la naturaleza, el grafito. Ésta, forma parte de nuestra vida cotidiana, ya que se emplea para fabricar muy variados objetos, desde la mina de los lápices hasta algunos ladrillos. Pese a que el grafeno se conoce desde la década de 1930, fue abandonado por considerarlo demasiado inestable. No fue hasta muchos años después, en 2004, cuando los científicos de origen ruso Novoselov y Geim consiguieron aislarlo a temperatura ambiente. Gracias a él obtuvieron el Premio Nobel en 2010. Los expertos consideran que su utilidad es prácticamente ilimitada y que las barreras a su aplicación únicamente son las de la imaginación humana. El grafeno es, además, el material más fuerte que existe.